Cognitivamente comienza a ser más consciente de sus actos y de las consecuencias de éstos. En cuestiones del lenguaje, balbucea por sí mismo, comprende lo que le dices a la perfección, y puede expresar sus deseos con gestos y acciones. Algunos niños, incluso, pueden decir dos o tres palabras como “mamá” y “papá”.
Este mes, el pequeño va a necesitar más de tu ayuda debido a que la locomoción le permite ser más independiente en lo físico, pero no en lo emocional.
Como el niño comenzará a dar sus primeros pasos, es importante mantener tu casa segura, quitando tapetes con los que se pueda tropezar o resbalar, etcétera.
Es importante que empiece a conocer la importancia del significado de la palabra “gracias” y “por favor”, ya que marcará la manera en que se convierta para él en algo normal cuando lo pueda hacer mediante el habla .
Para aprender a ponerse de pie sin apoyo: Coloca a lado tuyo un banco o caja de unos veinte centímetros de altura y ofrécele un juguete inclinándote muy poco, de forma que sólo pueda alcanzarlo poniéndose de pie.
Para estimular la actividad de vaciar, cerrar e insertar: Pon algunos juguetes pequeños en una bolsa de lona o papel y pídele que los saque. Aprenderá a sujetar la bolsa con una mano y sacar los objetos con la otra. También puedes ofrecerle una caja, cesta o vaso de plástico con juguetes, y pídele que los tire al piso; así descubrirá que para que el contenido caiga, tiene que voltear el vaso y ponerlo boca abajo.
Para ejercitar el abrir y cerrar una caja: Dale una caja pequeña y explícale cómo se abre y se cierra. También es importante enseñarle cómo se abren las tapas con rosca o la pasta de dientes.
Estimulación cognoscitiva
Inducirlo a que traiga los juguetes con un objeto: Colócale un juguete que llame su atención debajo de la cama, y dale un objeto alargado para que con él intente alcanzar el juguete.
Para persuadirlo a apretar una esponja: Cuando lo estés bañando dale una esponja y muéstrale cómo, al estar mojada, si la aprieta sale el agua.
Estimulación del lenguaje
Estimularlo para que hable sobre cosas del ambiente: Cuando vayas por la calle, háblale de lo que sucede y está viendo.
Animarlo a que con sus juguetes, trate de hacer historias: Siéntalo en tus piernas y representa con él escenas sencillas con un par de juguetes; muéstrale cómo salta el conejo o cómo duerme el oso.
Reforzar la relación de las palabras y alguna actividad: Si es la hora de irse a la cama, repítele la palabra “dormir”, y haz lo mismo con la palabra comer, jugar, bañar, etc.
Estimulación táctil
Para reforzar el palmear o alisar una superficie: Enséñale al niño a alisar arena, arroz, etcétera, en un recipiente por medio de palmadas.
Estimular a que empuje juguetes que floten en el agua: Llena una tina de agua y coloca varios objetos que floten, luego enséñale al pequeño a que los empuje para que vayan hacia alguna dirección. Mantenlo siempre a la vista.
Ayudarlo a que detecte sustancias pegajosas: Vierte en una mano agua y en la otra refresco; deja que pasen algunos segundos y muéstrale como una de las manos queda pegajosa.
Estimulación socio-afectiva
Estimular las diferentes actividades con un mismo juguete: Proporciónale un oso o un muñeco y dile “mece al nene”, “abraza al nene”, “dale de comer al nene”.
Reforzar la sensación de pertenencia a la familia: Dale la oportunidad de que te ayude en las tareas del hogar, por ejemplo, dale un trapo para que limpie su mesita, etc.
Para estimular la proyección de sus sentimientos: Con su juguete favorito, enséñale a tratarlo con suavidad y ternura: a que lo trate como si fuera una persona real.
Estimular el juego con los espejos: Colócalo frente al espejo y haz que se mire. Pronto, empezará a reírse, a tocar su imagen y la tuya; así aprenderá a diferenciar la imagen y la realidad.